La semana pasada se disputó el Rally RACC al que volvía a asistir después de tres años. Por lo que dada la importancia de la prueba y la intensidad con la que se disfruta, me gustaría hacer la entrada de un modo más personal, contando como viví el rally.
Dani Sordo y Marc Marti con el Hyundai I20 WRC.
Desde el año 2014, la única vez que fui, cada edición que pasaba la veía con añoranza y con muchas ganas de volver. Hasta que llegó este año con los nuevos WRC, siendo la ocasión perfecta para ver de nuevo este espectáculo. El viaje fue un poco improvisado, reservando el hotel y mirando los mapas pocas semanas antes del rally; y esta vez mi compañero de viaje iba a ser un amigo loco por los rallys también. Así llegamos al día de ir a la prueba, salimos de Madrid el viernes al medio día por lo que nos perdíamos la jornada de tramos de tierra. LLegamos a Salou con tiempo para ver por primera vez las asistencias y saciarnos las ganas de ver los coches, y lo que encontramos fue espectacular, los nuevos WRC son brutales, con la impresionante aerodinámica que tiene, después nos fuimos a dormir pronto porque había que madrugar mucho al día siguiente para ir al tramo.
Stephane Lefebvre y Gavin Moreau con el Citroën C3 WRC.
El sábado decidimos ir al tramo de el Montmell, planteamos estar allí dos horas antes de el primer coche para aparcar bien y poder coger sitio. En el tramo ya había bastante gente pero pudimos dejar el coche bien y buscar sitios tranquilamente. La primera pasada la vimos en un curva media muy redonda y la segunda en una curva muy rápida donde pudimos ver realmente el potencial de estos coches, lo rápido que van y como son capaces de pasar las curvas. En las dos pasadas nos quedamos hasta ver todos los participantes, siempre se ven pilotos muy interesantes aparate de los del mundial. Después de pasar la mañana en el tramo, nos fuimos a ver la asistencia ya de forma más tranquila. Allí saludamos a varios amigos de las carreras, nos compramos algo en los puestos de merchandising y pudimos ver de cerca a los pilotos, como a Sebastien Ogier. Con la ilusion de ver todo ese montaje ya nos fuimos a cenar mucho más tranquilos porque además el domingo había que madrugar menos.
Thierry Neuville y Nicolas Gilsoul con el Hyundai I20 WRC.
En la jornada del Domingo decidimos ir a un sitio de facil acceso como el cruce de Pratip en el tramo de Santa Marina, también por la facilidad del punto allí nos encontramos mucho más publico a pesar de ir con las mismas dos horas de adelanto. Tuvimos que aparcar a un kilometro de el tramo, pero hubo público que aparcó a más de cuatro kilometros. La primera pasada la vimos en el exterior a la salida de el cruce y la segunda también en el exterior, pero esta vez en la zona de entrada. Para la última pasada nos encontramos con otro amigo de las carreras y la vimos juntos, haciendo más ameno el tiempo de espera. Y así acabó nuestro rally con un viaje de vuelta tranquilo y con ganas de volver otro año.
En lo deportivo, Kris Meek dominó de principio a fin seguido por Dani Sordo que estaba haciendo un buen rally hasta que dió a una piedra, dejandole fuera de la lucha. Segundo fue Sebastien Ogier que estuvo luchando con Dani durante toda la prueba y tercero Ott Tanak.
Kris Meeke y Paul Nagle con el C3 WRC, ganadores del rally.
Elfyn Evans y Danie Barrit con el Fiesta WRC.
Juho Hänninen y Karl Lindstrom con Yaris WRC
Sebastien Ogier y Julien Ingrassia con el Fiesta WRC.
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