Villa Racing: Rally Race Comunidad de Madrid 2014

Este fin de semana se disputó en Madrid la habitual prueba que pone fin al Campeonato de Rally de España asfalto, con el añadido especial de que este año se decidía el título en esta prueba entre Vallejo y Fuster. En este rally hay mucho que contar por lo que empezaré por la experiencia personal, luego como se desarrollaba en el aspecto deportivo y para terminar aspectos de la organización, que estuvo especialmente desafortunada.

Para este año nos juntamos unos amigos y nos cogimos un hostal por la sierra para dormir la noche del viernes. Ese día para empezar el rally nos pasamos primero a echar un vistazo a las asistencias del Jarama, ver los coches y saludar a varios amigos de las carreras. Después ya nos fuimos al tramo de Canencia para juntarnos todos y ver las dos pasadas. Las dos fueron ya de noche y fue todo un espectáculo ver pasar a todos los pilotos, con algún que otro susto. La segunda pasada se neutralizó por la rotura del C2 de Castellanos por lo que los últimos participantes y todos los del regional hacían el tramo a ritmo lento. Visto esto nos fuimos a los coches a recoger todo. Cuando pasaron todos ya nos fuimos al hostal que habíamos reservado en un pueblo cercano.

El sábado teníamos pensado ir al tramo del Robledillo. Pero al despertarnos nos enteramos que se suspende ese tramo, por lo que después del cabreo inicial decidimos ir al único tramo de montaña que quedaba ese día, el de Madarquillos, pero ya nos temíamos que estuviera lleno de gente como así fue. Pero a pesar de eso llegamos pronto, aparcamos bien el coche y cogimos un buen sitio ya que de momento no había mucha aglomeración. Según se acerca la hora de salida del primer coche se empieza a llenar el tramo lo que nos hace teme que se neutralice por excesivo público. Pero finalmente se disputo, posiblemente porque era el único tramo que quedaba y si no el rally ya no tendría sentido. Las pasadas fueron entretenidas con todos los pilotos dando lo máximo y con un susto de Santiago Cañizares que entró pasado en un cruce. Después de la segunda pasada ya me tuve que ir por otros compromisos y ahí fue cuando de verdad nos dimos cuenta de la cantidad de gente que había, muchísimos coches aparcados incluso a mas de 4 kilometros del tramo. Lo pasamos muy bien en general menos los fallos de la organización que luego comentaré.

El Suzuki Swift S1600 de Joan Vinyes y Jordi Mercader.

En el aspecto deportivo, toda la atención estaba en Sergio Vallejo y Miguel Fuster que llegaban a este rally separados solo por medio punto por lo que se iban a jugar el título en esta prueba. Vallejo acudía con su habitual Porsche 911 GT3 2010 y Fuster con su Fiesta R5, un vehículo en principio menos adecuado para los tramos en el circuito del Jarama pero que en los tramos húmedos de la mañana se podría comportar bien. Sin embargo ya en los primeros tramos Fuster perdía tiempo ante la potencia de los Porsche de Vallejo y Muñiz, perdiendo más aun en la pasada del Jarama. El golpe de efecto vendría el día siguiente por la mañana cuando Fuster tenía que abandonar en el enlace al primer tramo de la jornada dejando el campeonato en bandeja el campeonato al gallego, el cual durante todo el día tuvo un lucha con Alvaro Muñiz por el rally, hasta que en la última pasada al Jarama Vallejo era 9 segundos más rápido que Muñiz, ganando el rally por 2 segundos con su copiloto Diego Vallejo, segundo era Alvaro Muñiz y Cesar Francisco Blanco, y tercero Surhayen Pernia y Carlos del Barrio con un Evo X.

Ahora viene la peor parte, la organización. Es inadmisible que en un rally del Campeonato de España y organizado por una entidad como el Race se hagan las cosas así. Lo primero fue el día anterior del rally una chicane extra en el Jarama, alegando por la seguridad, cuando un circuito es lo mas seguro para un coche de carreras y todos los demás años se han hecho sin ella. Lo segundo y que enfadó mas a la gente fue la anulación la noche anterior del tramo del Robledillo. La versión oficial es por el mal estado del tramo, pero todos sabemos ya como es esta carretera, dejando el rally con un kilometraje muy escaso, además de que mucha distancia de este fue en circuito. Y por ultimo algo que también enfadó mucho a la gente que asistió al Jarama era que el parking del circuito estaba cerrado, teniendo que aparcar en la urbanización de al lado e incluso en los laterales de la A-1, pero cuando llegaban al circuito la puerta estaba cerrada, teniendo que pasar por un hueco roto de la alambrada. El Race tiene que mejorar mucho estos aspectos.

El Ford Fiesta R5 de Miguel Fuster y Nacho Aviñó.